¿Por qué hacer un blog habiendo tantos circulando por la Web?
Dos son los motivos principales que me impulsan a
poner este blog en marcha. En el párrafo final
de mi libro “Política Sanitaria
Española” (2001), publicado tras mi paso como asesor en sanidad para el
Grupo Parlamentario Socialista, manifestaba que introducir las
transformaciones en nuestro Sistema Nacional de Salud -por las que llevo
abogando desde hace más de dos décadas- sólo era posible “rechazando la propaganda electoralista
(todo para todos, no importan los recursos porque se trata de la salud),
abandonando maniqueísmos interesados (todo lo público -o
privado-, por definición, es bueno), rechazando la estupidez (gestión
empresarial es un paso hacia la privatización) y, especialmente, propiciando la
activa participación del mayor número posible de ciudadanos -incluyendo
a los profesionales de la salud - informados”.
No estoy seguro de que estas condiciones hayan mejorado; en ocasiones (por ejemplo,
cuando en debates televisivos se habla de Sanidad) me parece que estamos más alejados
que nunca, mientras que en otras, especialmente hablando con médicos clínicos,
tengo la sensación de que ahora es posible el cambio. Contribuir a impulsar las
reformas necesarias para nuestro Sistema Nacional de Salud es el objetivo
principal del blog.
El
segundo motivo es tratar de encontrar un espacio diáfano para expresar e
intercambiar opiniones sobre política sanitaria. Cuando se colabora con
instituciones y personas necesariamente se introducen matizaciones e, incluso, se
eliminan opiniones o propuestas en aras de un acuerdo que tiene, en la gran
virtud de sumar fuerzas para impulsar políticas, el coste de una cierta desnaturalización
de lo que inicialmente se ha propuesto. Es mayor el beneficio del consenso que
su coste, y la búsqueda de un espacio
más libre (el blog) persigue mantener públicamente una opinión para someterla a
la crítica, pues la independencia de criterio es una condición necesaria para
seguir avanzando.
De Rudolph Virchow (1821-1092) es la
frase “medicina es una ciencia social y la política no es otra cosa que medicina
a gran escala. La medicina como ciencia social, como la ciencia de los seres
humanos, tiene la obligación de señalar los problemas y para intentar su
solución teórica; el político, el antropólogo práctico, debe encontrar los
medios para su solución real”. La política está embebida en la sanidad y no
eludirá este blog esta relación. Espero que los que lean este blog se sientan
interesados por un debate sobre política sanitaria libre de prejuicios, basado
en la evidencia disponible. Una vez hecha esta necesaria presentación, se me
ocurre que una próxima entrada al debate podría ser, ¿por qué los “golpes de
pecho” proclamando la defensa del Sistema Nacional de Salud no se han
compadecido con las tomas de decisión adoptadas en los casi 30 años de Ley
General de Sanidad?, ¿por qué no tenemos un servicio nacional de salud?
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